El empleo informal en México ha aumentado en los últimos meses de acuerdo con reportes del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI).
Es cierto que la población ocupada aumentó exponencialmente en el 2018, pero a la par lo hizo la informalidad. El deterioro de seguridad en los empleos ha resultado en la menor proporción de personas que cuentan con trabajo asalariado. Además, ha habido una gran pérdida de empleos en el campo, industrias extractivas, de electricidad y en el sector social.
La Encuesta Nacional de Empleo y Ocupación (ENOE) presentó un reporte de los meses de octubre a diciembre del 2018. En dicho reporte se contó un aumento de un millón 328 mil 763 personas laborando en referencia al año anterior. No obstante, se perdieron 10 mil 619 empleos en industrias extractivas y electricidad y 182 mil 053 empleos en el campo. Asimismo, hubo pérdidas de 34 mil 475 millones de empleos en el servicio social que enmarca a la burocracia.
Sin embargo, se incrementó en centenas de miles los empleos en manufactura, comercio, restaurantes y hospedaje en áreas profesionales, financieras y corporativas. De la misma manera, aumentó el número de personas que trabajan en actividades no reguladas por la Ley. Esto engloba el trabajo doméstico, el trabajo no protegido en el campo y los empleos en empresas formales sin registro. En su reporte, la ENOE indicó que todas las labores informales sumaron 30 millones 693 mil 39 personas. Esto significa un aumento de 1.8 por ciento comparado al mismo periodo del año anterior en cuanto a informalidad. En esto se deduce que el programa del sexenio pasado de formalización de empleo no fue muy efectivo.
La ocupación del sector informal, está conformada por 14 millones 859 mil 075 personas y comprende todas las actividades no reguladas. Quiere decir que hubo un alza de 4.3 por ciento anual y que 3 de cada 10 personas que trabajan informalmente.
POBLACIÓN ACTIVA EN EMPLEO INFORMAL
En el sector agropecuario se redujo en 3.4 el número de personas en empleo informal, pues salieron 182 mil trabajadores. De la misma manera, el servicio doméstico remunerado disminuyó en 2.1 por ciento con 2 millones 230 mil 717 personas.
Según el INEGI, 6.9 millones de trabajadores (12.7% del total) laboran en agricultura y 13.9 millones (25.6&) en la industria. Asimismo, 33.2 millones (61.2%) trabajan en el sector terciario o servicios, mientras que el resto labora en actividades no especificadas.
También existe la disparidad en las cargas de trabajo, pues el 6% de personas labora menos de 15 horas semanales. En el otro extremo, se encuentra un 28.8% que labora más de 48 horas semanales, más de 8 horas diarias.
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El mayor número de población desocupada se encuentra en Tabasco y en la Ciudad de México, también Oaxaca, Guerrero y Chiapas. En estos empleos se encuentran trabajadores que laboran 35 horas semanales con ingresos mensuales menores al salario mínimo. También hay quienes trabajan más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos en actividades no reguladas. Esta cifra se destaca en Chiapas, donde 4 de cada 10 trabajadores se encuentran en esta condición laboral. En Campeche, Oaxaca, Veracruz, Tlaxcala y Puebla, se refleja el mismo escenario alcanzando a 1 de cada 5 trabajadores.
En estados como Chiapas, Guerrero, Hidalgo y Oaxaca, la informalidad laboral impacta a 8 de cada 10 empleados. Desde Campeche, Colima, Durango, Guanajuato hasta Michoacán, Morelos, Nayarit, etcétera, esta situación afecta a más de la mitad de su población.
El crecimiento de la tasa de empleos no regulados es alarmante, por lo que es importante que nos mantengamos actualizados. Si el liderazgo político no es capaz de generar reformas que regulen esta situación, la economía mexicana se verá más afectada.
